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Marcas arquetípicas

Cuando la cuestión va más allá de la comprensión racional y no cabe la demostración empírica, siempre hay que ser cauteloso con las afirmaciones que se realizan. En parte es ese el motivo por el cual me ha costado tanto tiempo escribir este artículo.

El inconsciente colectivo es al hombre lo que al animal el instinto. Inconsciente colectivo es, si se quiere, un instinto enriquecido. Una herencia de nuestros ancestros que, siendo inconsciente, nos ayuda a interpretar y a decidir en el plano consciente. No es producto por tanto del aprendizaje.

Aceptada la existencia de ese inconsciente colectivo, llegamos a una especie de clasificación que nos permite recoger esos símbolos y mitos que han sido contados de generación en generación. Son conceptos asumidos y reconocidos inconscientemente por todos. Si, por todos. No importa que hubieras nacido en otro país o con otra cultura, porque, a pesar de que han sido presentados bajo diferentes formas, el concepto que subyace detrás, es el mismo. En ese intento de organización, Jung, el padre del inconsciente colectivo, intenta bautizar esos patrones, símbolos o imágenes. En ocasiones forzando su personificación. Personificación mítica que, siendo la misma a lo largo de los siglos, nos muestra sus valores, rasgos de personalidad, su manera de comportarse y también su miedo.

Normalmente utilizado en el mundo de la psicología del individuo para determinar rasgos marcados de la personalidad donde uno de los arquetipos sobresale frente al resto, la posibilidad de aplicarlo al mundo de las marcas, no tardó en llegar. Así empezaron a construirse marcas arquetípicas.

Aunque hay más, los arquetipos de utilidad para las marcas, son 12. 12 maneras de llegar al consumidor. 12 maneras de generar vínculos desde planos inconscientes, 12 vías para conectar desde lo más profundo. Cuanto más puro sea el arquetipo, mayor línea directa tendrá con el cliente. La línea directa del inconsciente colectivo. Cuanto más mezclado esté, cuanto más tenga de uno y de otro, cuanto menos claro sea, menor capacidad de generar vínculos desde el primer momento.

12 signos del zodiaco, 12 dioses del Olimpo, 12 arquetipos. Todos ellos positivos, aunque con elementos que no lo son tanto. No vamos a analizar los 12, pero sí que vamos a analizar en profundidad uno de ellos.

El arquetipo del explorador

El explorador es independiente, atrevido y se rige según sus propios valores. Las marcas que se identifican o vinculan con este arquetipo, lo hacen porque son marcas muy auténticas, diferentes, que no siguen la norma. Algo atrevidas y siempre independientes.

El lema del arquetipo del explorador podría ser: “No pongas una valla en mi vida que no pueda saltar”

El anhelo más profundo del explorador es la libertad. Es por ello que el explorador viaja, experimenta en el mundo. No tanto por descubrir, probar, disfrutar o conocer por conocer, que también. Lo que en el fondo busca el explorador con todo ese despliegue de energía es saber quién es realmente. Todo ello no es posible sin la ansiada libertad.

Su objetivo no puede ser otro que el de experimentar una vida más auténtica, mejor, plena. La estrategia que emplea para lograr alcanzar dicho objetivo es escapar de la rutina, experimentar nuevas cosas.

Su mayor temor, sentirse vacío, atrapado, conformado. Notar que su auténtico yo se diluye en el marco de lo que le rodea.

¿Con qué Dios del olimpo se identifica el arquetipo del explorador? Con Hermes, el Dios de los viajes. Es el arquetipo del aventurero por naturaleza. Un dios libre, que no crea lazos que lo aten. Su mundo es el mundo de los viajes.

Hermes, el explorador

Hermes, el explorador

Sus sandalias aladas permitirán que pueda recorrer los diferentes territorios, tanto de los vivos como de los muertos. Es libre para descubrir en el plano consciente e inconsciente. Nada lo retine, ni persona ni lugar.

Virgin, Jeep, Red Bull, Voll-Damm son ejemplos de marcas marcas arquetípicas. Jeep y Red Bull parecen ejemplos claros de marcas exploradoras. Casi vienen determinados por los beneficios asociados al producto. Diferente es el caso de Virgin y Voll-Damm.

Virgin, marca sin posicionamiento claro es, en el fondo, la proyección de su creador, Richard Branson. Un aventurero, que anda por el mundo experimentando. Virgin es sinónimo de territorio nuevo, no tocado, la nueva frontera, el nuevo atrevimiento.

Para el caso de Voll-Damm, más vale un vídeo que mil palabras.

¿Crees en las marcas arquetípicas? ¿Con qué arquetipo se vincula tu marca?

 

Miguel Yáñez

Director general de Primero Estrategia

 

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