Blog, Estrategia, In&out

Mejor la innovación inteligente


La semana pasada hacia referencia en el artículo “ideas para la innovación” a la necesidad de innovación permanente y a la necesidad de incorporar a clientes y trabajadores en los procesos de generación de nuevas ideas.

La innovación que parte del mercado, pregunta a un consumidor que normalmente querrá mejoras sobre lo que conoce. ¿Y qué dirá el consumidor?: más rápido, más pequeño, más accesible… ¿pero, será realmente innovador, rupturista lo que venga del consumidor?.
Por otra parte tenemos la innovación que parte del trabajador, una innovación que aporta la visión del experto y puede enriquecer desde un punto de vista más «pegado» a la realidad. Al mismo tiempo es una innovación contaminada y condicionada por lo que ya es, por lo que conoce y que dificulta la imaginación de nuevas maneras, productos, servicios…

Existe también la innovación de los creativos, esos seres privilegiados que tienen una manera diferente de ver las cosas. Creativos pueden ser todos, si, pero reconozcámoslo, aquellos que hemos tenido el privilegio de trabajar con mentes creativas sabemos que tienen otra mirada, otra profundidad y otra paleta de colores diferente a la del resto. Su aportación puede ser realmente disruptiva.

Pero cuidado, con trabajadores y creativos juntos, se pueden producir ideas que en ocasiones están alejadas de la realidad del mercado. Con clientes, trabajadores y creativos, se pueden producir innovaciones que están alejados de la marca.

Y es que innovación es muchas cosas. Quitar los mostradores de los bancos y poner mesas es innovación en la atención, en el servicio, en la aproximación y relación con el cliente. Por contra, hemos visto ideas nuevas que se estrellaron por incurrir en la incoherencias de marca. Por ejemplo extensiones de línea inadecuadas.  Bic se metió en el mundo de los perfumes, cuando su elasticidad abarcaba solamente lo desechable. Casos más recientes como el de Heineken, que quiso coquetear con en el mundo de los zapatos o el de Armani con los chocolates son otros ejemplos de innovación de producto desenfocada.

Para evitar errores, lo ideal, integrar el punto de vista del trabajador, del cliente y del creativo dentro de un marco de trabajo o de pensamiento. ¿Cual es ese marco?: el de la marca. La marca, sus valores, su posicionamiento, su esencia deben ser el hillo-conductor, el escenario, el territorio donde las nuevas ideas serán además ideas con sentido y con posibilidad.

Innovación sí, pero mejor innovación inteligente.

 

 

Miguel Yáñez

Director general de Primero Estrategia

Leave a Comment

This site is registered on wpml.org as a development site. Switch to a production site key to remove this banner.